martes, 30 de diciembre de 2014

ATERRIZA 2014, DESPEGA 2015



Lo mejor de un año que termina es que te deja anclados en la memoria multitud de recuerdos, anécdotas y vivencias. Un año se mide por la cantidad de veces que quisieras paralizar un minuto y las otras tantas que quisieras acelerar tu memoria para no dejar huella. De acelerones y retrocesos está un año lleno. De travesías cortas en las que observas el paisaje y de viajes largos en los que el paisaje te observa a ti y lo haces tuyo.

En este 2014 he viajado por tierra y aire. He sentido la seguridad que te da pisar tierra firme y la incertidumbre de flotar en el aire, colgando mi destino en manos de otros. Y es que, a veces, somos títeres pendidos en la inmensidad de un firmamento que amenaza con estrellarnos o, por el contrario, con convertirnos en estrellas. Todos llevamos una dentro, “sólo” hay que saber cómo hacerla brillar.

2014 ha sido un año de despegues. He roto la barrera del sonido y del espacio y he acelerado. He escuchado cosas que no había querido oír y me he encontrado con escenarios que hubiera preferido que no existieran. Es lo que tiene no viajar en primera que las turbulencias se padecen más.  Pero también he disfrutado de personas, enclaves y momentos únicos e irrepetibles. Cuando rompes barreras…disfrutas el doble de lo que hay al otro lado.

He sido consciente de que quien no despega no aterriza y se pierde el placer del trayecto. Me he ajustado el cinturón de seguridad y he flotado entre las nubes, las he besado y me han contagiado su algodón (para que la caída doliera menos). Y entre beso y beso me han temblado las piernas de emoción. Algunos labios son tan suaves como el algodón pero no te salvan de las caídas, ni siquiera te cogen al vuelo porque están condenados a morir en ese instante. El error está en buscar la eternidad en lo efímero de un momento. El error está en desabrocharse el cinturón de seguridad en pleno viaje. El error consiste en medir los tiempos porque los viajes no se pueden cronometrar, porque los momentos deben fluir y porque las manecillas de los relojes rompen los paisajes cuando son sólo espejismos. No merece la pena construir oasis en medio de un desierto.

El acierto es saber cómo aparcar las circunstancias y acelerar los momentos sin dañar a nadie. El acierto es endulzarte de algodón la boca, no la mente. El acierto es saber cuántas dosis de azúcar eres capaz de soportar para no marearte en pleno vuelo. 

El secreto está en disfrutar de la peculiaridad de cada tránsito, dejarte seducir si te pueden las ganas. El truco está en ser conscientes de que siempre habrá alguien que te haga un hueco en su camino y que no tienes por qué hacer el trayecto sólo.  El camino siempre estuvo lleno de viajeros, elige a aquellos que pretendan llegar a tu mismo destino en ese preciso momento. 

Ya he recorrido el último recoveco de 2014, me he saciado de su piel y me he embriagado con su perfume. En las estrellas queda marcado este año porque hay alguien que inició su viaje a ellas para no volver. Por esas personas que siempre están ahí, aunque no las veamos, merece la pena vivir. Y también por esas otras que comparten tu día a día y que son la brújula que nunca falla.

Es hora de mirar al 2015 con ilusión, sabiendo que anuncia nuevos vuelos y nuevos paisajes. Sabiendo que los mejores viajes están por hacerse. Sabiendo que Enero anuncia más primaveras que nunca

Lo mejor de un año que empieza es que anuncia multitud de recuerdos, anécdotas y vivencias. 2015 será un año en el que paralizaré minutos, hasta hacerlos eternos. Lo presiento, me lo susurraron las estrellas.



jueves, 25 de diciembre de 2014

TU SONRISA CONSENTIDA




Me atrae hacia ti tu sonrisa sin pausa
me atrae hacia ti… su inquietante deambular
la sonrisa que vaga y vaga
esa sonrisa tuya ¿Para quién será?

Pude esperar que iluminaras mi rostro,
pude esperar tu furia al llegar.
Perdida entre caminos eternos
magnética sonrisa ¿A quién se la regalarás?

Si en los labios te besan sin pausa
si sientes tu alma tiritar
si oprimen tus labios con fuerza
besa y besa, déjate llevar.

Si no encuentras mi boca junto a la tuya
si no ves mi sonrisa llegar
si mis labios no mueren en los tuyos
quizás, tan sólo quizás, me dejaste marchar.    



martes, 2 de diciembre de 2014

SI LA VIDA, ALGUN DIA...



Si la vida, algún día, se olvidara de olvidarte
Ni la inercia más cruel me alejará de nombrarte.

Si la muerte, algún día, me recuerda que te fuiste
Ni la desidia más indolente te susurrará que me perdiste.

Y en las persianas de mis pestañas anidará tu insolencia
Mientras te corroes en mi pensamiento
En la pupila de mis ojos aguijoneará tu efervescencia
Mientras te busco y no te encuentro.

Si la vida, algún día, se olvidara de olvidarte
No olvides, que yo a ti, sólo puedo recordarte.

martes, 18 de noviembre de 2014

ENTRE TU ALIENTO Y MI DESALIENTO





Entre tu boca y la mía, un hilo de ardor

Como dos desconocidos, en la inmensidad de un mar

Entre tu boca y la mía, anida el amor

Como dos icebergs, a punto de chocar.



Entre tu mano y la mía, un puñado de miedos

Entre tacto y tacto, se funden los besos

Entre tu mano y la mía, un manojo de anhelos.



Entre tu otoño y mi primavera, un mar de diluvios

Como dos amantes, en medio de la tormenta

Entre tu estación y la mía, vendaval de delirios

Como dos fugitivos, en constante alerta.



Entre tu cama y la mía, desierto queda el salón

Entre tu piel y la mía, caldean la habitación

Entre mi cama y tu cama, sólo aproximación.



Y cuando las bocas se unan, las manos  se toquen

Las estaciones sean una y las camas se alojen

No quedará espacio que destruya

Lo que tus ojos me provoquen.



martes, 4 de noviembre de 2014

Ilumíname, Noviembre



Es lo que tiene Noviembre… tan pronto te ilumina la mirada con su sol como te lanza niebla en el rostro con sus nubes. Al fin y al cabo, los meses son como las personas, unos días te regalan el sol para que despiertes; otros se olvidan de apretar el interruptor y el sol no calienta, quedando el astro rey reducido a niebla.

Lo peligroso del asunto es que vivimos a la intemperie del tiempo, sometidos a sus vaivenes y a sus idas y venidas. Esperamos con tanta ansia que alguien brille para nosotros que nos olvidamos brillar por nosotros mismos. Nos recubrimos de niebla y enturbiamos la mirada. La luz se apaga y el interruptor que está asido a nuestro corazón resulta inaccesible a manos ajenas.

Lo peligroso de un corazón que no sabe esperar es proporcional a unas manos ajenas que iluminan soles según amanezca el día. Y  hay días que amanecen más tarde porque hay interruptores que no se encuentran o no quieren ser encontrados. 

Y como tenemos frio y las manos ajenas no resultan tomamos las propias y recubrimos el alma y el cuerpo. Y es ahí, en el calor de lo íntimo, cuando se va la bruma y se enfría nuestra mente. En esa lucidez descubrimos que aunque haya soles que ya no brillen todos los días nace uno nuevo

Hay SOLES dispuestos a iluminar las sombras que dejaron algunas nieblas, las decepciones que  olvidaron algunas ilusiones, las lágrimas que se vertieron como pequeños rayos astrales.

Ni la distancia más enorme puede acabar con la enormidad de un sentimiento, ni el sentimiento más profundo debe manipular nuestro brillo interior. No somos interruptores. Es lo que tiene Noviembre… pese a sus locuras podemos demostrar nuestra cordura.

A ti, Lorenzo.