viernes, 3 de enero de 2014

LA FUERZA DEL DESTINO

Y tuvo razón esa mítica canción, fue la fuerza del destino la que nos hizo pasar las hojas de un calendario tan incierto como asombroso.

Echamos el cerrojo al 2013 porque el destino y su fuerza sobrenatural nos obligan… aunque sepamos que nos dejamos heridas sin cicatrizar, dudas sin despejar y sonrisas sin explosionar.

2013 se quedó con la mitad de mi sonrisa, me dejó una mueca a medias y la ferviente promesa de que el 2014 dibujaría soles en mi cara. Quizás mil soles espléndidos, quizás mil lunas a medio hacer.

El 2013 me puso la miel en los labios, saboreé y supe que quería más. El 2014 me pone la miel en la cumbre de la cima para que escale, para que me esfuerce y para que me relama del logro conseguido después.

El nuevo año presenta retos, oportunidades y deseos pendientes. Deseos a medio cumplir que pronto serán realidades porque entre el deseo y la realidad reside la locura, esa que es tan necesaria porque nos da alas y nos hace volar hasta cimas inalcanzables.

Y en medio de tanta montaña me encuentro otra vez con la fuerza del destino que me empuja a valles placenteros. Me regocijo en sus laderas y espero que el 2014 sea benévolo otorgándome la fuerza necesaria para alcanzar mi destino final.

Y en la dulce espera dejo explotar mi sonrisa, por si acaso Enero es demasiado frío e intenta congelármela…


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