martes, 25 de agosto de 2015

LUNA LLENA



Te creíste radiante, bella y eterna.  Como un faro alumbraste sus anocheceres y fuiste su halo de luz al alba. Te pensaron menguante y te soñaron llena

El mundo enmudeció porque la fuerza de los astros no le dejaba palpitar. Te creíste fuera de órbita porque él te daba alas. Y volaste tan alto que el sol te logró deslumbrar.
Te creíste única pero te volvieron ciega. Te soñaron al alba y te olvidaron al atardecer. El verano se comió al invierno, destiñendo vuestra primavera.

Te creíste completa y te volvieron rota. Su mitad se alejó de la tuya y volviste a ser menguante. Una luna partida en dos. Un sueño dividido en dos mitades. Una mitad que mengua y se hace pequeña en el firmamento.

Y esta luna rota juró no dedicarle más anocheceres a quien le nubló los sentidos. Prometió no perderse en sus desvelos ni inmortalizarse en sus promesas. Y entonces vio la luz…

No te creas rota, suéñate plena. No te sientas menguante, siempre has sido LUNA LLENA.