domingo, 4 de febrero de 2018

INTERCAMBIO DE ESTACIONES



Puse tus sueños a la luz de las velas,

tal fue la luz que irradiaban

que alcanzaron el cielo.



Nunca nadie supo

que tu cielo era mi suelo,

tu pupila mis ojos

y tus manos el sostén de mis piernas.



Eras mi eje,

eje vital,

en medio de una crisis

con olor a flores.



Mientras afuera llovía,

dentro olía a rosas,

margaritas, azucenas…



Queríamos frenar Enero

Implorando clemencia a la primavera

y ella, tan nítida, se apiadaba de ambos;

Y rugía… expulsando flores por sus fauces.



Y, de pronto, sólo entonces

todo estaba bien,

cuando jugábamos a ser magos

y a intercambiar estaciones

en el filo de la boca.