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domingo, 15 de noviembre de 2020

GRITA

 

Grita cuando la vida se vuelva curva

cuando des tantas vueltas que no encuentres ni el inicio ni el final

si cientos de nuevos comienzos se convierten en cientos de nuevas dudas

 

Grita cuando los ojos del otro

no te devuelvan tu propio reflejo

cuando se desdibuje tu silueta

y no encuentres los puntos para volverla a unir

 

Grita cuando te de miedo la oscuridad

y no haya estrellas que guíen tu camino

grita cuando estés perdida

y nada ni nadie te muestren el camino

 


 

 

Grita cuando se diluya el tacto, el roce, la caricia

no sepas donde agarrarte

Y nadie te sostenga

 

Y en medio de tanto grito

quédate con quien te dé un  poquito de paz

en medio de tanta guerra

quédate con quien su susurro

calme tu grito…

sábado, 18 de julio de 2020

DÍAS DE VERANO


Los días de verano son inmortales por sí mismos
son como un chicle que estiras y estiras
y siempre se agranda un poquito más.

Los días de verano son inacabables
conoces su inicio
pero no llegas nunca al final…
quizás porque nunca quieres que mueran
tal vez porque siempre dejan paso a nuevos inicios.

Fue en algunos días de verano
de años atrás
cuando yo me hice mayor.
El verano me robó la niñez
y se la guardó
entre gotitas de sudor, para siempre.

Yo te sudé verano
y en cada uno de tus sudores
que fueron también los míos
dejé un poso de inocencia,
de ilusión, de niñez, de melancolía…

Atrás quedó aquel verano
y un paso por delante me sitúo yo ahora.


Lleno de nostalgia esta hoja en blanco
y noto como cubren mi mente nuevas gotitas de sudor
¿ o quizás sean las mismas de entonces?

Hoy me siento niña otra vez
permito que sudes en mí, querido verano
y me devuelvas la ilusión perdida.



jueves, 12 de diciembre de 2019

PUENTES


Puentes, esos que cruzan de un lado a otro, y te dejan suspendida en el aire…

Puentes por cruzar, o puentes que te atropellan en pleno cruce, por los miles de obstáculos que subyacen en ellos.

Puentes que aceleran tus pasos o te hacen aminorar la marcha.

Lo importante es el camino, dicen…
Disfruta del recorrido, exclaman…
Puentes que te acercan a tu objetivo o en donde se bifurcan los caminos.

Puentes para desandar lo caminado,
Para retroceder lo avanzado,
Para apuntalar lo señalado.

Puentes para disfrutar del paisaje: la claridad de los días, la serenidad de las noches.
Puentes llenos de bruma… desde donde solo se ve oscuridad.

Puentes hechos de hierro, de barro, de piedra,
Resistentes, vulnerables o sólidos…
Puentes de arcilla para modelar con las manos y darle forma a la base.

Puentes que se caen y nos parten en dos… por la fuerza del agua, de lo inesperado, de lo intempestivo…

Puentes que perviven más allá de nuestras civilizaciones; que nos observan, nos vigilan, nos unen…

Puentes que están ahí, esperando a ser cruzados… al otro lado nuestros miedos, nuestras dudas, nuestras inseguridades.

Puentes que representan todo lo bueno que llevas dentro y que se alzan altaneros ellos.

Puentes desde los que observas el infinito y más allá…

Puentes que son un regalo por sí mismos, porque al desandarlos vuelves a casa…

Puentes que anuncian que sí… que ya llegó… que ya es NAVIDAD.


martes, 29 de enero de 2019

SILENCIO


Desde lo alto de la azotea  se cierne sobre mí el murmullo de la ciudad:
altanero, rimbombante, locuaz…
y, entonces, aprendo a valorar el silencio:
tímido, humilde, manso.

El silencio  como mejor expresión de uno mismo,
el silencio como moneda de cambio,
el silencio cuando las palabras hieren,
el silencio cuando las acciones lastiman.

Ante ti me rindo, silencio, porque siempre fuiste mi mejor refugio,
porque siempre me meces en las noches frías
y me das cobijo cuando nadie lo hace.

Tú otorgas y yo callo,
tú pacificas cuando yo me rebelo,
tú me acoges cuando me siento deshabitada.

Silencio como redentor,
como protector,
como libertador.

Siempre supe que las mejores conversaciones transcurren en silencio
y que quien nunca habló en silencio, jamás supo hablar.

 Ahora que no oigo nada del exterior
escucho mi interior
y, entonces, lo entiendo todo…



jueves, 1 de marzo de 2018

LOS AÍRES DIFÍCILES



Era la lluvia caída la que nos hacía caer
como si el cielo, nos mandara mensajes, en forma de tormentas.
Era el agua bendecida la que nos hacía pecar
como si el cielo nos implorara hoy un poco más de lo que tuvimos ayer.

Era el amanecer en una casa sin nombre
y dos personas sin apellido.
Era el silencio roto por una tormenta muda
como si el cielo nos implorara hoy buscar una identidad

Era suciedad mental, física y espiritual.
Marzo empieza hoy limpiando lo que ensuciamos ayer.
Era la lluvia caída la que hoy vuelve a empaparme
como si el cielo me implorara hoy una nueva oportunidad.

Era el atardecer en una casa de papel
dos personas mecidas por el viento
escribiendo sus nombres en nubes de espuma

Eran esos aíres difíciles que anuncian tormenta…