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domingo, 15 de noviembre de 2020

GRITA

 

Grita cuando la vida se vuelva curva

cuando des tantas vueltas que no encuentres ni el inicio ni el final

si cientos de nuevos comienzos se convierten en cientos de nuevas dudas

 

Grita cuando los ojos del otro

no te devuelvan tu propio reflejo

cuando se desdibuje tu silueta

y no encuentres los puntos para volverla a unir

 

Grita cuando te de miedo la oscuridad

y no haya estrellas que guíen tu camino

grita cuando estés perdida

y nada ni nadie te muestren el camino

 


 

 

Grita cuando se diluya el tacto, el roce, la caricia

no sepas donde agarrarte

Y nadie te sostenga

 

Y en medio de tanto grito

quédate con quien te dé un  poquito de paz

en medio de tanta guerra

quédate con quien su susurro

calme tu grito…

lunes, 18 de noviembre de 2019

ESE BESO QUE NO SE HA DADO


Ese beso que no se ha dado,
ese tren que ya anda lejos.
Nosotros que no dejábamos nada a medias tintas
olvidamos los besos en el tintero.

Y entre paso de estaciones
y trenes que no llegan
O que quizás ya se fueron…
plantamos cara a Noviembre
planteándonos en cambiar el rumbo.

Quizás invirtiendo el rumbo
alcancemos el tren perdido
quizás invirtiendo el rumbo
sellemos los besos con la tinta que nunca se borra,
que jamás se olvida.
Quizás invirtiendo el rumbo
ya no tengamos a Noviembre de cara
y volvamos a ser primavera.

Ese beso que no se ha dado
y que aún guardas en el tintero
escondido y con un candado
lleva escrito un Te quiero


viernes, 2 de agosto de 2019

ENTRE LAS PALABRAS QUE NO DECIMOS


Entre las palabras que no decimos hay un bosque lleno de niebla

como esa niebla húmeda, que te cala los huesos

y te empapa la piel en pleno mes de agosto.



Entre las palabras que no decimos hay silencios que desgarran

y se agarran a tus noches y a tus días

tan fuerte que no te dejan respirar…



En un silencio tan atronador que grita desde el fondo del pecho

pero que la garganta ahoga y nunca ve la luz

un silencio tan estridente

que deja sordos tus oídos.



Las palabras que no decimos siempre se quedan en constante oscuridad

en penumbra uniforme

sin dar forma a lo que en verdad importa.



Esas palabras tienen alma de guerreras

pero un buen día les despojaron de sus armas.



A esas palabras mudas

les cortaron la lengua

y así quedaron… tan huérfanas que escaparon de su dueño

tan desamparadas que solo encontraron desierto.



Y así queda perfilado este verano

un puñado de arena del desierto y otro de niebla de bosques sin nombre

opuestos entre sí

contradictorios entre ambos

discordantes entre ellos.





Entre las palabras que no decimos hay un cruce de miradas

raudas, presurosas, fugaces

y luego está la intersección de los cuerpos

que devora la niebla.



Y ahí, entre las palabras que no decimos, hallo tu respuesta

y ahí, entre las palabras que no decimos, pervivirá mi constante pregunta.



sábado, 23 de febrero de 2019

AQUEL PUENTE FRÁGIL LLAMADO ESPERANZA


La esperanza es aquel puente frágil al que nos sostenemos
cuando nos tiemblan las piernas.
Cuando no consigo mantenerme en pie y me das palabras de consuelo.
Lo que acaso no sabes es que quizás tu consuelo es mi desasosiego.
Y que en este baile de palabras
lanzamos conceptos al aire y dejamos que cambien su significado
según de donde provenga el viento.

 


¿Acaso tu esperanza reside en la punta de mis dedos?
En este baile de  palabras confusas que bailan en la palma de mi mano
después del primer vals, consigo que mis dedos también bailen sobre tu piel…
¿Se llama a eso también esperanza?
Aún así… A mí… me siguen temblando las piernas…

lunes, 6 de agosto de 2018

ALGUNOS VERANOS...


Algunos veranos se quedan mudos porque son incapaces de soportar tanto ruido.

No sale sonido alguno por su garganta, seca de tanto hablar.
Tampoco por sus oídos empapados en susurros prometedores, esperanzadores; rotos finalmente en la calle del desengaño.
Algunos veranos se quedan mudos porque están llenos de decepción. Y es tanta la pena que se comen las palabras que una vez dijiste, encumbraste, te creíste…

No hay cumbre más alta que la que se erige dentro de ti, ni más baja que la que intenta derribarla a golpe de mentira, de silencio.
Algunos veranos se quedan mudos porque no obtienen respuestas. Sigo creyendo que algunos silencios duelen más que cien balas y que de esas cien balas, al menos una, se tira para matar.

En algunos veranos tienes que sobrevivir, a golpe de proyectiles, sin chaleco salvavidas…una vez más con la piel como propio escudo. Esa misma piel que un día acariciaron para volver a abandonarla. La soledad de una piel condenada al silencio. 

En algunos veranos me hice más fuerte, más alta y menos vulnerable. Cuando finalmente comprendí que nadie es esclavo de los silencios del otro y emprendí un bullicio en mi interior.

Algunos veranos se quedan mudos al comprobar que aun nos queda tantísimo por decir…