martes, 5 de abril de 2016

CIEGO ABRIL



Y por fin te diste cuenta de que no le cabía Abril en la mirada porque estaba ciega de amor.

Ni siquiera le cabía en la sonrisa porque se curvaba cada vez que Abril despuntaba al alba y TU eras su amanecer, su punto de luz, sus ganas por crecer.

Abril era demasiado grande para sus manos. Se le desbordaba el mes, inundando la yema de los dedos. Como un efluvio de emociones que luchan por salir a flote. Como un potro desbocado que no logra mantenerse al trote.

Abril fue el mejor mes que pasó por tu vida porque ella estaba dentro y no dejaba que nadie te lo marchitara… y es que, tampoco le cabía en el pecho porque de tanto palpitar se le había cuajado de flores.

Y así fue transcurriendo el mes. A miradas acompasadas, a emociones desmedidas, a sonrisas acaloradas, a besos sin medida.

Y así iba creciendo Abril, haciendo contar los días.