No había nada más intenso que tu presencia,
Quizás sólo el azul del mar.
Ni siquiera había algo que endulzara más mis agrios
inviernos…
Y, cuando tú te ibas
Mis heridas dolían como si se exprimiera el jugo de un limón
sobre ellas.
No había nada más puro que tu recuerdo,
Como cuando te soñaba…
A 1100 km y cientos de ganas contenidas.
Ni siquiera había algo que apaciguara más mis ansias de ti
Que tú mismo en la distancia.
No había nada más irreal que tú,
Aunque eso ya lo sabía
En el momento en que tu realidad chocó con la mía,
Una tarde de nombre cualquiera…
Apellidada 14 de Febrero.
Nunca existió alma más traicionera que la tuya
Como cuando esa mañana te equivocaste de dedicatoria,de destinataria...
Y las flores dejaron de ser rojas porque las destiñeron las
letras equivocadas
Pasando a ser amarillo limón
Escociendo cada pétalo.