Una vez, frente a ti, te susurré
que tu murmullo llenaba mi silencio,
inundando mis fracasos y mis aciertos.
Mar en calma, das paz a mis días de sol.
Mar en cólera, das guerra a mis noches sin luna.
Me meces en tu vaivén,
con tu crepitar de olas
y yo, humilde marinera,
me hundo en tu bandera roja.
Ya sabes, tan roja como mis pasiones
que juraste sofocar un día…
deja que la luna se pose en ti
Y junto a su pálido reflejo
brillemos ambos con mayor intensidad.
Tú esperando que suba la marea,
yo esperando tu mayor obsequio:
Bandera verde.
Una vez, frente a ti, te susurré
mi mar embravecido…
hoy, por fin,
te vuelves manso.