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domingo, 30 de diciembre de 2018

ESTRELLA DE NAVIDAD


Eres como una estrella de Navidad en lo alto del árbol
rutilante y brillante,
lejana e inalcanzable.

Mi retorno en el tiempo  para volver al hogar,
mis ganas  de libertad,
mi extraña sensación de debilidad.

Eres como un viaje de retorno a casa.
Nos fuimos para siempre volver.
eres la tirita del pasado,
el bálsamo a mi dolor,
la chimenea con el calor del salón,

Como una estrella de Navidad te persigo
y nunca llego hasta ti.
Eres  Navidad por los cuatro costados,
te vas para siempre volver…  




lunes, 6 de agosto de 2018

ALGUNOS VERANOS...


Algunos veranos se quedan mudos porque son incapaces de soportar tanto ruido.

No sale sonido alguno por su garganta, seca de tanto hablar.
Tampoco por sus oídos empapados en susurros prometedores, esperanzadores; rotos finalmente en la calle del desengaño.
Algunos veranos se quedan mudos porque están llenos de decepción. Y es tanta la pena que se comen las palabras que una vez dijiste, encumbraste, te creíste…

No hay cumbre más alta que la que se erige dentro de ti, ni más baja que la que intenta derribarla a golpe de mentira, de silencio.
Algunos veranos se quedan mudos porque no obtienen respuestas. Sigo creyendo que algunos silencios duelen más que cien balas y que de esas cien balas, al menos una, se tira para matar.

En algunos veranos tienes que sobrevivir, a golpe de proyectiles, sin chaleco salvavidas…una vez más con la piel como propio escudo. Esa misma piel que un día acariciaron para volver a abandonarla. La soledad de una piel condenada al silencio. 

En algunos veranos me hice más fuerte, más alta y menos vulnerable. Cuando finalmente comprendí que nadie es esclavo de los silencios del otro y emprendí un bullicio en mi interior.

Algunos veranos se quedan mudos al comprobar que aun nos queda tantísimo por decir…



sábado, 12 de mayo de 2018

TU POEMA MEDIOCRE


Para ti que me pedías que te escribiera un poema
contigo  con quien compartí un tiempo y un espacio que siempre se nos hacía corto
hoy nos sobran segundos y los espacios quedan en blanco

Para ti que me pedías que te escribiera un poema
y que me embriagabas de sensaciones
hoy borrachos de soledad nos respiramos lejos

Para ti que me pedías que te escribiera un poema
sin merecértelo
hoy aquella locura deja paso a la cordura
y bebe los posos de la dignidad

Hoy me falta tu ruido
pero  me queda mi sensibilidad
esa que nunca iba en armonía con tu bullicio

Para ti que me pedías imposibles
hago lo posible por olvidarte

Para ti que me pedías que te escribiera un poema
aquí lo tienes:
un poema mediocre
que quizás nunca leerás…

Para ti,
solo para ti...

domingo, 29 de abril de 2018

ESCRIBIENDO PRIMAVERAS


Coge las margaritas que te dejé en la silla y huélelas por un momento
ponte una en la oreja y siente su aleteo
coge las amapolas que hay sobre la cama y calma tu lamento
enlázalas en tus manos y roza su cosquilleo

Después vuelve tus ojos hacia mí
aunque no me veas siénteme
percíbeme
distínguime entre las demás.

Sigo siendo aquella, con olor a frambuesa
que cada primavera deja flores en tu puerta
esperando que las recojas
anhelando su recompensa…

Coge la esponja y lava tus heridas
tan tuyas como mías
tan profundas como hirientes
tan ajenas como nuestras

Posa tus ojos verdes sobre mí,
inspira el olor a frambuesa
y recoge tus flores…
Esas que anuncian que por fin es PRIMAVERA


lunes, 2 de abril de 2018

DESPACITO EN MI OÍDO


AMOR, AMOR… o lo que es lo mismo:
“SIN MUERTE”
porque dicen por ahí que el que ama
está condenado a vivir eternamente

Sin más porvenir que el refugio de una vida por delante
sin mayor placer que el sabernos seres terrenales
en una tierra sin nombre
nombrada a golpe de susurro.

¿Por qué no es verdad que el hacerse mayor
implica gritar menos y susurrar más?
así, despacito en el oído
contando lo que viviste ayer.

Así, despacito en el oído
desgranando lo que te trajo el crepúsculo de la tarde.

Así, despacito en el oído,
deshojando pétalos
como si sembraras primaveras en mi oreja.

A fuego lento, viviendo despacio
paladeando eso que llaman vida
y que nos abraza en cada revés.


Dicen por ahí que vivirás siempre en mí
que tu nombre es poesía
y sigues volcando versos en cada primavera:
así, despacito en mi oído
llenándolo de flores que jamás se marchitan.