Y un año más llegó Noviembre como redentor de los excesos del verano
Excesivamente frío, tardíamente lluvioso, otoñalmente
sombrío.
Mientras unas lágrimas se confundían con la llovizna sobre
el asfalto
Así llovía dentro. Empapando el corazón… otoñalmente vacío.
Un año más llegó Noviembre, nublando aquellos soles que
quemaban nuestras pieles.
Inquebrantable mes que me besa la frente enfrentándome a sus
quebrantos
Amargo Noviembre que agria mis labios con cada sollozo
Ronco Noviembre que busca tu grito en cada boca
Tu mirada en otros ojos
Tus manos en otros tactos.
Inmutable Noviembre que transmuta mis sentidos
Imperturbable mes que abruma mis quejidos
Inalienable Noviembre que me desdibuja las líneas de tu
rostro
Un año más llegó Noviembre, enfriando lo que bullía de calor
Mientras yo, a la intemperie… y añorando la sequía de
Agosto.
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