Noviembre llega con los pies desnudos y llenos de barro
con la humedad calando los huesos
y el viento del norte entre las pestañas.
Siempre quise ser sur
pintar los amaneceres con mil soles
y los anocheceres con cientos de lunas menguantes
Soñé con ser la brisa que acariciara tus costillas
que escalara tu ombligo
y colonizara tu pecho
Siempre quise ser primavera
hasta que el otoño me cubrió de hojas
Soñé que Noviembre me acercaba a tu puerta
llegando a traspasar el quicio
haciendo otoño en tus manos
y verano en tu boca
Siempre quise que Noviembre llegase con los pies limpios
Y que tras el filo de sus huellas
encontrásemos el camino de vuelta
al hogar, al otro lado de ese umbral.
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