sábado, 4 de abril de 2020

LOS ABRAZOS EN TIEMPOS DE GUERRA


Un día imaginé como serían los abrazos en tiempos de guerra…
si se cotizarían al alza,
si los tendríamos que dosificar,
graduar…
como quien quiere fundirse en los brazos del otro
y espera una explosión alrededor de ese abrazo.

Te quise abrazar un lunes…
y me mordí las ganas
no sin arañarme el alma.

Quise abrazarte un martes
y no me dejaron…
entonces recordé que algunas distancias
duelen más que cientos de misiles.

El deseo de abrazarte el miércoles sólo me trajo silencio,
fue tan atroz que me retumbaron los oídos.

Llegó el jueves y tampoco pude abrazarte
entonces mi piel se volvió escarcha.

El viernes mis brazos se quedaron cortos
y no pudieron alcanzarte…

Entonces llegó el fin de semana
y yo, que nunca imaginé,
que se pudiera impedir abrazar un sábado o un domingo
supe que estábamos en guerra.

Un día imaginé como serían los abrazos en tiempos de guerra…
hoy maldigo mil guerras sin ti.



lunes, 30 de marzo de 2020

HOY QUE EL MUNDO LLORA...


Hoy, la vida, es como una de esas bolas de cristal
donde una ciudad duerme estática en su interior.
Cae la nieve y no siente frio,
la ilumina el sol pero su brillo no la altera.

Nuestras ciudades se han vuelto imperturbables,
ajenas entre sí
y, también, a nosotros mismos.

Nunca, nadie nos dijo, que nos robarían la primavera
aunque juro que yo me quedé esperándola…
Nunca, nadie nos dijo, que nos despojarían de los abrazos
y del tacto de otras pieles…
Que los besos no dados quedarían en interrogante.
Nunca nadie nos dijo que perderíamos aquel vuelo
y que el avión se iría para siempre.

Pero yo siempre querré ir allí…
Donde brota la primavera,
donde se abraza intenso,
donde se dan cálidos besos,
esos, que llevan a vuelos que viajan entre las nubes.

Hoy, el mundo gime
y no encuentra consuelo en los brazos de nadie.


Sólo al atardecer,
cuando el día cae,
el mundo se reconcilia con sus habitantes.
Y es que, nadie nos impide el aplauso,
la esperanza,
el júbilo de que mañana volveremos a abrazarnos…
Y entonces, nunca más seremos ajenos
Ya que nos habremos reencontrando
Porque, como dijo Neruda:
“En un beso sabrás todo lo que he callado”

En un beso,
O en muchos…
Sabréis
Todo lo que os he añorado.


miércoles, 25 de marzo de 2020

QUERIDA PRIMAVERA


Querida primavera, te pido disculpas, has venido a vernos en los últimos días y no hemos ido a recibirte.


Todos los años me gusta salir a  celebrarte por las calles, por la naturaleza… te pido perdón pero este año está siendo diferente. En el exterior hay un “bichito” que nos obliga a quedarnos en casa. De este modo, vemos la vida a través de la ventana.


Fui consciente de tu visita y te di la bienvenida con los cinco sentidos:


-Con la Vista: Nada me impedirá ver, cómo al otro lado de mi hogar, traerás cielos más azules, soles más intensos y árboles más verdes y floridos. 

 -Con el Olfato: Desde mi balcón te huelo y sigues oliendo tan embriagadoramente como otros años. Sólo necesito inspirarte…
 
-Con el Oído: Los pajarillos, con sus trinos, lanzan hurras al aire porque por fin has llegado.


-Con el Gusto: La vida, aún aquí dentro, me sigue sabiendo a ti… 


-Con el Tacto: Sigo  pensando que estamos hechos de primaveras eternas… te noto entre mis dedos una vez más.



Como puedes observar, también en estas circunstancias, te llevo conmigo.

Nada ni nadie nos despojará de aquello que somos, ni de la manera en que sentimos.


Estamos hechos de ti y un año más te damos la bienvenida, prometiendo que pronto nos reencontraremos más allá de la ventana. Hasta entonces… cuídate mucho… 


 Imagen: José David Castillo Arias

lunes, 16 de marzo de 2020

SOMOS UNO


Nos piden que vivamos para dentro
cuando estamos acostumbrados a vivir para afuera.

Nos piden calma, mesura y paciencia.
Que estemos unidos, en la lejanía,
luchando por un mismo objetivo
intentando abatir al enemigo común.

Nos piden que seamos uno en colectividad
unir nuestras fuerzas y formar el súper hombre que siempre fuimos.

Nos piden que nos abracemos con el alma, con el pensamiento…
Hasta que el temporal pase y encontremos paz en los brazos del prójimo.

Nos piden que nos quedemos en casa,
que miremos al interior de nosotros mismos y nos encontremos.
Excelente oportunidad para reencontrarse con el niño interior que todos llevamos dentro
Y nos devuelva la inocencia perdida.

Nos piden que convivamos con las personas que habitan nuestras casas
Esas mismas que, a menudo, son perfectos desconocidos
Que dialoguemos
Que establezcamos lazos de unión
Que no aflojemos el nudo…

Nos necesitamos más que nunca
y debemos saber que, aunque lo parezca, no estamos solos.
Al otro lado de las ventanas hay otros seres como nosotros.
Resulta mágico y emocionante contemplar como cada uno, desde su balcón,
Rinde homenaje al resto en un sonoro aplauso

Nos piden muchas cosas
Y, yo sólo pido, desde mi hogar
Que nos sigamos encontrando en los aplausos y en las miradas del vecino,
Porque, a pesar de la distancia, estamos más juntos que nunca…