lunes, 28 de abril de 2014

CRUCE DE BANDERAS



Creo fervientemente que la vida es como un día de playa. Puedes tener suerte y disfrutar de la calma y seguridad que da la bandera verde, puedes navegar entre las dudas que representa la bandera amarilla y puedes arder en el intento de lograrlo, con la bandera roja como estandarte.    

En mi caminar siempre compruebo que la arena no queme demasiado mis pies para dar pasos firmes y certeros. Dejo que las olas me mezan y me adentro en el oleaje continuo que implica vivir. Sentir es vivir y viceversa.

Y aquí me hallo, como si ondeara bandera amarilla, como cuando quiero sentir algo pero no sé por dónde empezar. Como si la ilusión me quemara la piel y encendiera, del rojo de la bandera, al corazón. 

Avanzo hacia la playa, cierro los ojos y me dejo llevar porque hoy siento Mayo más cerca que nunca. Siento sus flores en mi retina y retengo su fragancia en mi mirada. Miro más allá de lo que atisban mis ojos y creo sentir un mar en calma. Sólo entonces mi alma se despoja de banderas y de colores porque no entiende de patrias ni de precauciones sino de sentimientos.





Ahí te siento. Hacia ti camino.

No hay comentarios:

Publicar un comentario