martes, 8 de marzo de 2016

LUNA CRECIENTE



LO QUE HIZO TOMAR LA DECISION DE NO VOLVER… desde la otra orilla veía las cosas con más perspectiva, aunque la orilla de enfrente siempre tendía a resquebrajarle el alma un poquito más cada vez. Arañazo a arañazo, iba absorbiéndole la vida. Jugándose el alma en cada embestida. Enjugándose cada herida en cada otoño de hojas secas. Esas mismas sobre las que caía cuando no le quedaban uñas para asirse a la vida.

La iluminaria, alumbraba hoy  su partida. Su liberación. Su paz infinita. Y ella, como una niña que sigue creyendo que todo es posible, iba más allá… apuntando su mirada hacia la luna, la cual la acogía en su regazo y la mecía en cuarto creciente.  Y es que, en verdad estaba creciendo a cada paso que daba. Desde el día en el que decidió cruzar ese puente plantándole cara al más letal invierno.

Ahí estaba su recompensa. Esa noche, con más luz que ninguna, refugiada en la luna… observaba como se acercaba la primavera. Ya nada le arañaba la piel. Desde su cénit, sentía como las flores la acariciaban.


No hay comentarios:

Publicar un comentario