martes, 23 de septiembre de 2014

PALABRAS




PALABRAS que explotan en mil pedazos cuando se callan”.  Esas mismas PALABRAS que “suben por tu garganta, entrecortadas, que matan”.  Las palabras son un arma de doble filo: te pueden revivir rápidamente, o te pueden matar lentamente. A veces las arrojamos al vacio sin darnos cuenta que siempre las recoge alguien, una palabra mal dicha puede convertirse en un proyectil directo al corazón (aquel que luego no sabemos como curar). El mejor antídoto suele ser otra de ellas: comprensiva, solícita, atenta.

“Somos esclavos de nuestras palabras y dueños de nuestros silencios”
PALABRAS que en momentos difíciles te hacen temblar. PALABRAS que no logran acabar con el silencio que nos alcanza. PALABRAS que regalamos y nos regalan. PALABRAS que arrojan luz en la oscuridad. PALABRAS que acarician el oído, calman la mente y abrigan los corazones.

PALABRAS para TI, que me estás leyendo. Hoy quiero que todas te reconforten.



sábado, 13 de septiembre de 2014

SERPENTEAME, SEPTIEMBRE




Siempre creí en Septiembre. Ese mes que pone punto y final a pasiones de verano y abre la puerta a sensaciones de otoño. Septiembre  lleva la “S” de: “Sobre todo Siempre Sonríe”. Este mes sabe que en los nuevos comienzos están escritos nuestros futuros éxitos. Septiembre es SI y no le voy a negar lo que lleva escrito en sus siglas.  

              



Ya que anuncias sensaciones con un SI rotundo… ¿Qué te parece si me serpenteas, Septiembre?

-Zigzaguea sobre mi pelo.
 
- Serpentea mi piel.

-Ondula mis sentidos.

-Repta por mi cuello.

-Gatea por mi corazón.

Y si alguna vez me canso de tus serpenteos es porque habré dejado de vivir y me limitaré subsistir. No dejes que eso ocurra… desliza tus días y tus noches sobre mi intemperie como si fueras el último mes de mi vida. Sólo así seguiré sintiendo el calor necesario para continuar… para encender velas con deseos impronunciables y beber licores que siguen sabiendo a ti. A ti, que no te puedo nombrar aún, te dedico mi Septiembre: con sus zigzagueos que se dejaron algunos huecos por pulir. Y de esa falta de brillo nacen algunos lodos, de esos lodos se encienden nuevas velas, esas velas iluminan pieles serpenteando. 

Mientras tú arrastras hacia mí tus culebreos y mudas algunas pieles, yo retuerzo mi alma, enderezo mi sonrisa y miro al frente… con mis ilusiones y los días por venir. Mientras llegas, sonrío al mundo. 

Caracoléame, Septiembre. Siempre tuviste permiso.



               


viernes, 5 de septiembre de 2014

GRITAR




¿Por qué no pruebas a ponerle nombre al miedo? Si me lo permites te aconsejo que sigas la recomendación de Luis Fonsi: GRITA. Hazlo cuando notes que se te agota el aire, cuando las espinas te pinchen la garganta y un nudo te aprisione hasta casi ahogarte. Inspira todo ese dolor y exhálalo en un suspiro, en una exclamación, en un GRITO. Hoy más que nunca son urgentes las cosas que siempre has callado, es necesario que las lances al aire… el oxígeno del ambiente sabrá purificar tus miedos y aliviarlos en tu interior. Oxigénate, serénate, verbaliza tus temores. Hazle saber al mundo que estás más vivo que nunca y que, a pesar de las dificultades, sigues siendo TU.

Grita, si quieres ser escuchado.
Grita, si quieres demostrar que sigues al frente de tu vida.
Grita, si quieres sentirte como nunca lo has hecho



         

viernes, 29 de agosto de 2014

SALIR CORRIENDO



Todos tenemos un vaso de cristal anclado en nuestro corazón. A ese vaso van a parar todas las lágrimas que vierten nuestros ojos y que el corazón acoge y da cobijo, aunque le causen un poquito de dolor… Cuando el vaso se llena, las lágrimas inundan todo el cuerpo y la mente pide a gritos SALIR CORRIENDO

 Hay muchas veces que la vida nos pone a prueba y juega con que percibamos el vaso medio lleno o medio vacío. Es difícil ser conscientes de que, en parte, que las lágrimas rebasen el vaso depende de nosotros mismos. Canalizar las emociones y saber autogestionarlas es una función básica para ayudarnos a sentir mejor.

Cuando sientas miedo, cuando quieras gritar, cuando el miedo te atenace y te obligue a salir corriendo… háblale a tu corazón, no dejes que las lágrimas le nublen la vista y le impidan ver que no hay nadie como TU.


 

viernes, 8 de agosto de 2014

DESDE LA OTRA ORILLA



Desde la otra orilla se ven con más perspectiva las verdades, tanto las que duelen como las que ya son parte de mí. 


Desde la otra orilla apenas te vislumbro ya, porque de tanto alejarte has puesto un par de nubarrones que me ciegan los ojos. Así somos,  así soy… dos ciegos nublados por un sol de Agosto que quema las heridas hasta hacerlas sangrar. Y de tanta sangre se vuelven rojas las pasiones y los sentimientos. Y te hacen ver que el mundo no se acaba pero que hay un océano por cruzar… y nadando NO TE ALCANZO.


Desde la otra orilla no puedes salvarme… y quizás hoy lo necesite. Agosto me quema, me tienta y me seduce. Este mes me conduce al barco pirata anclado en ese océano que nos separa. Y es que en tu orilla no hay sitio para dos pero este barco es grande y me dan la mano para subir. Aunque ese tacto me de escalofríos y me haga sentir inestable… zozobrando en medio de un mar que no se si es apto para sumergirse.


Pero como te dije, a día de hoy estoy  ciega, preparada para sucumbir aún a riesgo de acabar como un náufrago sin rumbo y sin orillas a las que sujetarse.  Y se que si ese momento llega seguiré esperando tu mano que me suba a tu isla. Sólo ese contacto con tu piel logrará llenarme de Agosto, abandonando la vida pirata que nunca fue la mía.


Y, aquí desde la otra orilla, sigo esperando (te) a que me “desnubles” los ojos, me endulces la sal y me contagies tu tacto. 





Atentamente: Aspirante a polizón de tu isla.